Bodegas submarinas: un viaje al misterio del vino bajo el mar

Existen bodegas en el mundo que se dedican a elaborar vino y conservarlo durante meses bajo el mar. Es crucial destacar que el proceso de envejecimiento.

¿Qué pasa cuando se guarda el vino bajo el mar? Al pensar en esto, rápidamente me viene a la mente la historia del Titanic, una tragedia que hasta el día de hoy me sigue conmocionando. Recordemos las escenas de la película donde se mostraban lujosos restaurantes a bordo. Siempre me he preguntado, ¿qué pasó con esos vinos que se servían en esos banquetes? ¿Se habrán salvado algunas botellas con el hundimiento del barco? ¿Qué tal estarían si abriera una hoy?

Este es un tema tan fascinante que merece un artículo por sí solo, pero resumamos: después del trágico accidente, muchas botellas permanecieron intactas dentro de los pocos restos que quedan del barco a más de 3900 metros de profundidad. Todas nuestras preguntas giran en torno al “misterio” de lo que sucedió esa noche del 14 de abril de 1912.

Hoy en día, existen bodegas en el mundo que se dedican a elaborar vino y conservarlo durante meses bajo el mar. Es crucial destacar que el proceso de envejecimiento, como lo conocemos, se lleva a cabo en las profundidades marinas bajo una serie de condiciones específicas para que sea efectivo.

Condiciones de Envejecimiento

Un punto muy importante es la profundidad a la que se encuentran esos vinos, teniendo en cuenta las corrientes marinas. Estas corrientes pueden beneficiar o perjudicar el vino. La presión aumenta a mayor profundidad, por lo que es fundamental conocer muy bien el entorno. Las botellas soportan una presión de unas dos atmósferas, que puede subir a tres con la fuerza de las olas. Estos cambios de presión provocan un efecto de micro respiración a través del corcho lacrado, lo que permite un intercambio significativo de oxígeno.

Un estudio realizado hace unos años mostró que los vinos envejecidos en el mar contenían más oxígeno que los envejecidos en barrica, como los conocemos tradicionalmente.

Otro dato importante es que las botellas deben tener un tapón especial, de lacre o cristal, antes de ser sumergidas. Un tapón de corcho regular no sería viable, ya que filtraría agua salada, lo que sería un "pecado mortal" para esos vinos.

En resumen, factores como la temperatura del agua, la luz que penetra en las profundidades y el movimiento constante de las olas influyen en el envejecimiento del vino. Estos factores, junto con la variedad de vino (tinto, blanco o espumoso) y si se envejecen primero en barricas de roble antes de ser sumergidos, son parte de un proceso que aún está en investigación y sujeto a prueba y error.

Características de estos vinos

Se han realizado comparaciones entre botellas de un mismo vino con diferentes métodos de envejecimiento: unas en tierra y otras sumergidas en el mar. De estos experimentos surgieron dos tipos de vinos completamente diferentes. Los vinos “marinos” evolucionan lentamente. En los tintos, se observó un color brillante con aromas potentes pero muy amables en boca. En los blancos, se destacó la concentración de aromas y sabores. En conclusión, se encontraron vinos redondos, con notas minerales pronunciadas e intensos aromáticamente.

Estos vinos utilizan una técnica poco convencional y tienen un costo de producción elevado debido a los cuidados necesarios. Es arriesgado, claro que sí. Es un ecosistema que no conocemos al 100% y familiarizarse con el entorno en el que se encuentran las botellas es como tirar una moneda al aire: cualquier cosa puede pasar en cualquier momento.

Mi recomendación es que, si te topas con uno de estos vinos en una tienda o en el menú de un restaurante, ¡debes probarlo! Si ya llegó a tus manos, es porque recorrió un largo camino y vale la pena abrirlo.

Vinos con historia y otros en proceso de investigación: esto recién comienza y, ¿quién sabe? En un futuro, ¡esto podría ser historia y el vino un boom!